El Siglo de las luces
Al siglo XVIII se le conoce como el Siglo de las luces porque el hombre rechaza todo aquello que le sea impuesto y sólo admite lo que le llega a través de la luz de su razón.
La razón es la norma con la que se valoran todas las manifestaciones humanas. Como consecuencia, aparece en Europa a principios de siglo un grupo de pensadores con un espíritu científico que toman la experimentación como método para adquirir el conocimiento sin temor a equivocarse. Este movimiento recibe el nombre de Ilustración.
Los ilustrados, para llegar a la verdad científica, comienzan a dudar de todo. La duda es el método para descubrir la verdad.
Las ideas de los ilustrados llegan a nuestro país a través de dos vías principales:
Situación de España.
- La difusión de libros franceses traducidos al castellano.
- La aparición de los periódicos, donde los ilustrados exponen sus ideas y opiniones.
División de España en sus reinos y provincias. Finales del Siglo XVIII |
SITUACIÓN POLÍTICO-SOCIAL | SITUACIÓN CULTURAL |
En España, el siglo XVIII comienza con el estreno de la casa real borbónica procedente de Francia. La nueva dinastía favorece e impulsa la penetración de la cultura de la Ilustración francesa y logra que nuestro país se incorpore a la política y cultura europeas. El Neoclasicismo, por lo tanto es de influencia francesa. Pronto comienzan las reformas de los ilustrados. España, a principios del siglo XVIII estaba muy alejada de Europa. La sociedad estaba dividida en clases bastante rígidas (aristocracia, clero, labradores, criados, mendigos...); pero al mejorar las condiciones de vida, aumenta la población y aparece una nueva clase social: la burguesía. Durante el reinado de Carlos III de realizan importantes reformas que consiguen mejorar el país. | La influencia cultural de la Ilustración francesa llega a través de la Corte Real; los monarcas se convierten en protectores de las Artes y de las Letras. Reflejo de esta preocupación cultural son las numerosas instituciones que, a imitación francesa, se crean en nuestro país durante el Siglo de las luces: Real Academia Española. Inaugurada por Felipe V en 1713. Su primer presidente fue el Marqués de Villena, don Juan Manuel Martínez Pacheco. La finalidad de la Academia es velar por la pureza del idioma; de ahí que su lema sea "Limpia, fija y da esplendor". Actualmente los académicos se reúnen todos los jueves y entre las publicaciones más importantes se encuentran: la Gramática, la Ortografía y el Diccionario. Biblioteca Nacional. Fue fundada en 1712 por Felipe V, con libros de antiguas bibliotecas y colecciones que el rey trajo de Francia. La Biblioteca recibe un ejemplar de todos los libros que se publican en España. También se fundaron en este siglo la Real Academia de la Historia, el Jardín Botánico y elMuseo del Prado. |
La literatura en el siglo XVIII
La poesía neoclásicaSe considera a los escritores griegos y latinos como modelos a imitar. Es un retorno a los clásicos grecolatinos; ese es el origen de la palabra Neoclasicismo.El Neoclasicismo da preferencia a la razón frente a los sentimientos, impone reglas a las que se deben ajustar las obras literarias. Como consecuencia de lo anterior se abandonó bastante la producción lírica.Se rechaza lo imaginativo y lo fantástico, ya que no se escribía para entretener, sino para educar. La literatura neoclásica tiene un marcado carácter crítico, didáctico y moralizador.Se pueden distinguir tres etapas o movimientos estéticos que se suceden en el siglo XVIII:
- Reacción contra el Barroco.
En la primera mitad del siglo se deja notar la influencia del Neoclasicismo francés. La producción literaria es escasa. Predomina el ensayo y la crítica. Como autores destacan Fray Benito Jerónimo Feijoo yFrancisco Isla.- Triunfo del Neoclasicismo. Los escritores aceptan plenamente las normas neoclásicas y la literatura se somete al imperio de la razón. La producción literaria es escasa: apenas se escriben novelas, la poesía no ofrece ningún interés y muy pocas obras de teatro tuvieron éxito. Esta etapa ocupa desde mediados del siglo hasta las últimas décadas. Autores importantes de esta etapa fueron José Cadalso, Gaspar Melchor de Jovellanos, Juan Meléndez Valdés, Leandro Fernández de Moratín, Félix María Samaniego y Tomás de Iriarte.
- Prerromanticismo. A finales de siglo comienza un movimiento de rechazo hacia las rígidas normas neoclásicas que traerá a principios del siglo XIX el Romanticismo. Nicasio Álvarez Cienfuegos, Manuel José Quintana y Alberto Lista son representantes de esta etapa.
Por considerarse de mal gusto expresar sentimientos, los poetas de este movimiento adoptan dos temas: el bucólico o pastoril y la fábula.
- Poesía bucólica o pastoril
En este tipo de poesía se ensalza la naturaleza. Destaca Juan Meléndez Valdés.
Juan Meléndez Valdés
Nació en 1754 en Extremadura y cursó sus estudios en Salamanca, donde fue catedrático de Humanidades. Conoció a Cadalso y a Jovellanos quienes pusieron a su alcance las ideas ilustradas e hicieron de guía en su labor de escritor. Colaboró con el gobierno de José Bonaparte, por lo que se tuvo que exiliar a Francia tras la guerra de la Independencia. Murió en Francia en 1817. Aunque no fue original en sus temas, sabe dar a sus versos un ritmo alegre y suelto. Destacó con obras de tema amoroso en las que ensalza la vida bucólica. Es el autor de una égloga (poema de tipo amoroso puesto en boca de pastores) titulada Batido, nombre que utilizó el poeta como seudónimo.
- La fábula
En el siglo XVIII también se cultivó la fábula con el objetivo de ofrecer al lector consejos y enseñanzas morales puestas en boca de animales. Grandes fabulistas fueron Iriarte y Samaniego.
Tomás de Iriarte
Nació en La Orotava (Tenerife) en 1750 y murió en Madrid en 1791. Fue traductor de la primera secretaría de Estado y archivero del Supremo Consejo de la Guerra. Además de las fábulas literarias escribió muchas otras obras e hizo bastantes traducciones del francés. También fue compositor. Utiliza sus fábulas para dictar normas que logren un buen estilo literario.
La prosa en el Neoclasicismo
- Reacción contra el Barroco
Durante la primera mitad del siglo se produce la reacción contra el Barroco y la toma de contacto con los movimientos neoclásicos franceses. La producción literaria es escasa y predomina la prosa en forma de crítica y ensayo.
Fray Benito Jerónimo Feijoo
El Padre Feijoo nació en Orense en 1676 y vivió casi siempre en Oviedo donde fue catedrático de Teología. Fue monje benedictino y se dedicó al estudio y a la enseñanza. Su obra es fundamentalmente didáctica, ya que está encaminada a poner de manifiesto la verdad y atacar el error. De acuerdo con el espíritu ilustrado de la época, se propuso enseñar al pueblo y para ello criticó todas sus supersticiones, sus falsas ideas, sus costumbres rutinarias, etc. Intentó difundir en España las novedades de la cultura europea, que era en ese siglo muy superior a la nuestra.
Era progresista, amante de la razón y recomendaba calurosamente el estudio de las ciencias experimentales. Su tarea de divulgador de la ciencia y de la cultura contribuyó en gran medida a elevar el nivel cultural de la época. Su estilo es claro, sobrio y preciso ya que es lo más apropiado para hacerse entender. Le importa más la precisión que la belleza. Sus obras más representativas son:
- Teatro Crítico Universal. Es una obra escrita en forma de ensayo; consta de ocho tomos donde el autor ataca duramente las supersticiones y falsas creencias marcando el límite entre lo natural y lo sobrenatural.
- Cartas eruditas. Están escritas también en forma de ensayo; en ellas va exponiendo, a lo largo de cinco tomos, diversos problemas filosóficos, literarios, morales, etc.
SOBRE LA MODA Siempre la moda fue la moda. Quiero decir que siempre el mundo fue inclinado a los nuevos usos. Esto lo lleva de suyo la misma naturaleza. Todo lo viejo fastidia. El tiempo todo lo destruye. A lo que no quita la vida, quita la gracia... Piensan algunos que la variación de las modas depende de que sucesivamente se va refinando más el gusto, o la inventiva de los hombres cada día es más delicada. ¡Notable engaño! No agrada la moda nueva por mejor, sino porque se juzga que lo es, y por lo común se juzga mal. Los modos de vestir de hoy que llamamos nuevos, por la mayor parte son antiquísimos. Aquel linaje de anticuarios que llaman medallistas (estudio que en las naciones también es de la moda) han hallado en las medallas que las antiguas emperatrices tenían los mismos modos de vestidos y tocados que, como novísimos, usan las damas en estos tiempos... Hoy renace el uso mismo que veinte siglos ha expiró. Nuestros mayores le vieron decrépito y nosotros le logramos niño. Enterróle entonces el fastidio y hoy le resucita el antojo. ... La razón de la utilidad debe ser regla de la moda. No apruebo aquellos genios tan parciales de los pasados siglos que siempre se ponen de parte de las antiguallas. En todas las cosas el medio es el punto central de la razón. Tan contra ellas, y a caso más, es aborrecer todas las modas que abrazarlas todas. Recíbase la que fuere útil y honesta. Condénese la que no trajera otra recomendación que la novedad. |
- El imperio de la razón
Durante la segunda mitad del siglo XVIII, los escritores adoptan plenamente los modelos neoclásicos y la literatura se somete al imperio de la razón. Esta etapa ocupa desde mediados de siglo hasta las últimas décadas.
José Cadalso
Nació en Cádiz en 1741 donde realizó sus primeros estudios. Más tarde estudió en el Seminario de Nobles de Madrid. Desde muy joven tuvo oportunidad de viajar por diferentes países y ponerse en contacto con sus lenguas y sus culturas. A los 21 años regresó a España y comenzó su carrera militar llegando a alcanzar el grado de coronel del ejército español. Murió durante el bloqueo de Gibraltar en 1782.
Cadalso fue un hombre inteligente y culto, dotado de un fino espíritu crítico. Mantuvo amistad con todos los escritores importantes de su época y se interesó por todos los géneros literarios; aunque destacó más con sus obras en prosa: Los eruditos a la violeta, Noches lúgubres, Cartas Marruecas. Hoy se le recuerda fundamentalmente por sus Cartas Marruecas, obra de carácter ensayístico publicada varios años después de su muerte.
Gaspar Melchor de Jovellanos
Nació en Gijón en 1744, en el seno de una familia noble y culta. Desempeñó varios cargos públicos y desde ellos intentó resolver muchos de los problemas que tenía nuestro país en su época. Fue siempre un hombre prudente y equilibrado que deseaba encontrar el punto medio de todo e intentaba conseguir que España progresara en todos los aspectos.
Su obra es variada y didáctica. En ella denuncia la situación social y económica además de proponer las reformas necesarias para elevar el nivel material y moral de nuestro país. Lo más importante de su obra lo constituyen sus ensayos, por los cuales muchos lo consideran como el mejor prosista del siglo.
Algunas de sus obras son: Informe para el expediente de la Ley Agraria, Memoria para el arreglo de la policía de espectáculos y diversiones públicas, El castillo de Bellver, Pelayo, El delincuente honrado.
Inconvenientes de un viaje en coche.
Puedes leer un fragmento de una carta escrita por Jovellanos. Es una carta sobre viajes, en la que el autor aprovecha la ocasión para dar a conocer a los demás los problemas que afectan al país, con el fin de concienciar al pueblo de la necesidad de reformas. Su estilo es claro, sencillo y preciso en consonancia con la intención que le movía a escribir.
Caminar en coche es ciertamente una cosa muy regalada, pero no muy a propósito para conocer un país. Además de que la celeridad de las marchas ofrece los objetos a la vista en una sucesión demasiado rápida para poderlos examinar, el horizonte que se descubre es muy ceñido, muy indeterminado, variado de momento en momento, nunca bien expuesto a la observación analítica. Por otra parte, la conversación de cuatro personas embanastadas en un forlón, y jamás bien unidas en la idea de observar, ni en el modo y objetos de la observación; el ruido fastidioso de las campanillas y el continuo clamoreo de mayorales y zagales, con banderola, su capitana y su tordilla, son otras tantas distracciones que disipan el ánimo y no le permiten aplicar su atención a los objetos que se le presentan.
Agregue a esto la naturaleza del país que acabamos de atravesar, compuesto de inmensas llanuras, de horizontes interminables, sin montes ni colinas, sin pueblos ni alquerías, sin árboles ni matas, sin un objeto siquiera que señale y divida sus espacios, y fije los aledaños de la observación, y verá que es incapaz de ser observador de carrera, y que se resiste sin arbitrio al estudio y meditación del caminante.
El teatro en el Neoclasicismo
Como toda obra neoclásica, el teatro se somete a las rígidas normas del clasicismo, por lo que adopta la regla de las tres unidades que Lope de Vega había roto en el Barroco. Desaparece de las obras de teatro todo tema imaginativo y fantástico, así como la mezcla de lo trágico y lo cómico. Surge un teatro exclusivamente didáctico.
Leandro Fernández de Moratín
Nació en 1760 y era un hombre tímido, apacible, inteligente y culto. Sentía verdadera admiración por Francia y su cultura, lo que hizo que se pusiera de parte del rey José Bonaparte (hermano de Napoleón), llegando a desempeñar puestos de carácter cultural durante su reinado. Cuando fueron expulsados los franceses tuvo que irse exiliado. Vivió algún tiempo en Barcelona y Burdeos, y murió en París en 1828.Toda su obra teatral esta realizada siguiendo las normas neoclásicas y ha convertido al autor en uno de los mejores y escasos dramaturgos de este siglo.
- El sí de las niñas. En esta obra hace una dura crítica a las familias que obligan a sus hijas a casarse sin tener en cuenta sus sentimientos.
- La comedia nueva o el café. Critica duramente a los poetas incultos e ignorantes que se atreven a escribir obras dramáticas.
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